Las instalaciones hídricas canarias comprometidas con la biodiversidad

En este encuentro, Mónica Fernández-Aceytuno conversa con Rafael Herrera, director de Desarrollo Sostenible de Canaragua, y Pascual Calabuig, veterinario del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, sobre las actuaciones que se llevan a cabo en la isla para proteger y fomentar la biodiversidad. Además, relatan la importancia de identificar aquellos lugares que ponen en peligro la supervivencia de las especies silvestres y las soluciones para revertir esas problemáticas.

En las instalaciones del ciclo integral del agua gestionadas por Canaragua, han implementado el proyecto Cero Accidentes. Una iniciativa que tiene como objetivo motivar a sus trabajadores para proteger la fauna silvestre de la isla. De esta forma, han establecido un protocolo para saber qué hacer en caso de encontrarse un animal herido o desorientado.  También, han comenzado a registrar los incidentes para así encontrar las soluciones más adecuadas que reviertan estas situaciones.

“Gracias a este proyecto, los trabajadores están realmente comprometidos con la conservación de la biodiversidad en nuestras instalaciones. Me avisan de cualquier animal que encuentran en peligro, tal y como indica el protocolo”, asegura Rafael Herrera.

De este protocolo se han beneficiado especialmente animales silvestres como aves rapaces (cernícalos, aguilillas, halcones, búhos, lechuzas), pardelas, garzas, jilgueros y canarios; así como mamíferos y reptiles.

La prevención: el primer paso para proteger la biodiversidad en Canarias

En la isla, la fauna silvestre sufre multitud de incidentes anualmente. Solo en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira reciben en torno a 2.500 animales al año y, como bien indica Rafael Calabuig, “el 80% acuden por incidentes ocasionados por la acción humana”. Gracias a la divulgación de este tipo de protocolos, sus ciudadanos son cada vez son más conscientes de cómo proceder en caso de que un animal este en peligro.

“Un ejemplo de actuación que suele darse en la isla es el impacto de las aves contra los cristales de los edificios. Nosotros identificamos estos puntos y colocamos unas tiras semitransparentes que ayudan al ave a percibir el obstáculo y evitar así que colisione”, explica Rafael Herrera.

El primer paso cuando nos encontramos un animal es ponerlo a salvo. Una vez que este a buen recaudo, debemos ponernos en contacto con el Centro de Recuperación o llamar al 112, desde donde darán aviso de rescate.

Saber actuar ante este tipo de situaciones es importante, pero para Calabuig es más importante aún ser capaces de prevenir estos incidentes. “Sabemos rescatar las pardelas, pero si apagáramos las luces durante los meses que salen a volar evitaríamos que colisionaran contra farolas y edificios. Si no tiráramos basura al mar, las especies marinas no sufrirían daños en sus aletas”, afirma.

La prevención, la observación y el rescate de la fauna silvestre en Canarias está permitiendo mejorar las condiciones de la isla y convocar la biodiversidad en ella. Un ejemplo de esto es que, gracias a la instalación de unas plataformas en el muelle de la Bahía de la Luz, en Las Palmas, la población de charranes se ha multiplicado en los últimos diez años. “Habían dejado de criar por interferencias humanas, lo que se ha revertido con unas simples plataformas, y actualmente hay más de 50 parejas”, añade Calabuig.

El caso de los charranes es solo una muestra más de que, aunque todavía tenemos mucho que mejorar, la población es cada vez más consciente de la necesidad de actuar en favor de la naturaleza y sus ecosistemas. Como explica Fernández- Aceytuno, «hasta hora la mirada humana se consideraba depredadora, pero si algo estamos aprendiendo con estos encuentros es que cada vez hay más personas involucradas en la búsqueda de soluciones para la salvación y protección del medio ambiente». Porque solo protegiendo la biodiversidad lograremos avanzar hacia un planeta mejor.

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